¿Por qué es clave limitar su acceso antes de los 14 años?
Padres alertan sobre adicción digital en menores: La adicción a videojuegos y redes sociales preocupa a padres y expertos, quienes advierten sobre su impacto en la salud mental y el desarrollo de los niños.
CiberPaz promueve el uso responsable de la tecnología: El programa del Ministerio TIC ofrece herramientas y formación para prevenir ciberdependencia y proteger a los menores en entornos digitales.
Los videojuegos y las redes sociales cada vez son más llamativos para los niños, niñas y adolescentes. Sus creadores usan colores, sonidos, sistemas de premiación, entre otras herramientas que los hacen muy atractivos y que, según padres y expertos pueden llegar a ser adictivos. La posibilidad de jugar en línea y conocer personas de otros lugares del mundo es una de las características que más llama la atención de los jóvenes y al mismo tiempo la que pone en riesgo la seguridad de los mismos.
Actualmente, en Canadá, hay una demanda en curso que instauró un grupo de padres contra Epic Games, compañía creadora del famoso videojuego Fortnite. Los demandantes aseguran que el juego se desarrolló con el objetivo de volver adictos a sus jugadores. Los abogados que representan al grupo de padres, comparan la adicción que produce dicho juego con la adicción que genera la cocaína.
Según los abogados, la demanda argumenta que los menores de edad jugaron miles de horas de Fortnite, y dejaron de lado necesidades básicas como bañarse o comer durante largos periodos de tiempo. Afirman que una de las víctimas pasó 7.781 horas conectado en tan solo dos años, es decir, el equivalente a estar 324 días enteros jugando.
Para los padres es importante tener herramientas que les permitan guiar a sus hijos frente a la forma segura y responsable de hacer uso de los videojuegos. Katherine Gross, psicóloga, Especialista en Evaluación y Diagnóstico Neuropsicológico y Especialista en Neuropsicología Clínica Infantil, afirma que hay una serie de acciones que pueden seguir los padres para enfrentar los riesgos del uso excesivo de videojuegos.
“Hay que tener en cuenta que cuando los niños se conectan a este tipo de juegos, en su cuerpo actúan dos neurotransmisores: dopamina, que genera adicción, placer, felicidad; y cortisol, que genera estrés y ansiedad. Esa mezcla es altamente adictiva para el cerebro y, para un niño que está en desarrollo, la producción de estas sustancias en exceso puede afectar su conducta y su progreso cognitivo.” Afirma Gross.
De la misma forma en que los videojuegos a través de recompensas rápidas generan adicción, las redes sociales y a la posibilidad de consumir contenido rápido, y pasar videos de menos de 50 segundos con solo un movimiento en la pantalla genera una sobreestimulación en el cerebro; “Se ha evidenciado que a nivel conductual los niños expuestos a altas dosis de estas sustancias siempre están buscando recompensas inmediatas, que es lo mismo que les ofrece el juego y las redes. convirtiéndolos así en personas impacientes. Además, generan problemas de atención, pues los sonidos del videojuego, los colores y la parte gráfica, son tan llamativos que logran una sobreestimulación en el cerebro, lo que hace que pierdan el interés en otras actividades que ya no le resultan tan placenteras.” Dice Katherine Gross.
Las recomendaciones son:
En primer lugar, los padres o cuidadores deben conocer qué tipo de videojuegos y redes sociales usan sus hijos. Es fundamental conocerlos para tener un criterio frente al uso de los mismos antes de que los niños tengan interacción con ellos.
En segundo lugar, se deben establecer límites claros frente al tiempo que van a pasar los niños diariamente jugando. Establecer dichas reglas se debe hacer con anterioridad y en consenso familiar. Si se fija que, por ejemplo, sean 30 minutos de juego, se mantenga la regla y no se debe permitir que se pasen del tiempo establecido.
La cantidad de horas que pasan jugando y su clasificación es un factor determinante a tener en cuenta. “Hay videojuegos para adultos, para niños, con o sin contenido violento, los padres tienen la responsabilidad de analizar si el juego es acorde a la edad de su hijo. Por otra parte, las redes sociales algunas en sus políticas indican que son para uso de mayores de 13 años y otras, para mayores de 16 años, los cuidadores tienen la responsabilidad de informarse sobre dichas políticas de uso y asegurase si son apropiadas y acorde a la edad de los jóvenes.
Además, limitar el tiempo es clave. “Todo en exceso es malo, si pasan 3 o 4 horas diarias jugando, ahí puede haber un problema, pero si se establece un horario de no más de 30 minutos a una hora y se tiene en cuenta la edad de los niños, se puede establecer una cantidad de tiempo que no represente un riesgo”, aconseja la Especialista.
Según Katherine Gross, los padres pueden identificar que sus hijos están en riesgo de ser adictos a los videojuegos cuando prefieren estar conectados y evitan otro tipo de actividades como salir al parque, jugar con otros niños de forma presencial y sin el uso de pantallas, se vuelven sedentarios y además, tienen alteraciones de sueño, juegan hasta altas horas de la noche y se convierte en un problema levantarse al otro día para ir al colegio; si presentan conductas o gestos agresivos también puede ser un indicador de adicción a los videojuegos.
A través de CiberPaz, el Ministerio TIC busca sensibilizar a los ciudadanos sobre la importancia de navegar de forma segura y responsable. El programa ofrece recursos, talleres y guías para prevenir riesgos como el ciberacoso, el grooming, la desinformación y la ciberdependencia.
La formación digital de niños y adolescentes es clave para construir una ciudadanía consciente y crítica en el entorno digital. Para más información y acceso a recursos gratuitos, visite www.ciberpaz.gov.co.